Eje 3
Hacia la garantía de vidas libres de violencia machista para las mujeres
Objetivo estratégico: Erradicar todas las formas de violencia machista, atacando las causas estructurales que la sostienen y garantizando los derechos de las mujeres víctimas.

Erradicar todas las violencias machistas
El PEIEMH 2022-2025 pretende acompañar el desarrollo de los compromisos adoptados por España intensificando los esfuerzos dirigidos para erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones y orienta la acción de las instituciones para que las mujeres y otras víctimas supervivientes, como sus hijas e hijos, vivan vidas libres de la violencia que se ejerce contra ellas, tanto dentro de nuestras fronteras como en apoyo a iniciativas de la cooperación española en su trabajo en regiones y con los países socios.
En ese sentido, el Plan, además de modificaciones, elaboraciones y desarrollos de nuevos marcos normativos, también busca la implementación de políticas más eficaces y efectivas que pongan en el centro a las víctimas supervivientes, como titulares de derechos que son, y repare los diferentes impactos que la violencia tiene en sus vidas.
Este eje se concreta en las siguientes líneas de trabajo:
PEIEMH - Medidas Eje 3
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Línea de trabajo I.
Marco institucional: consolidando los marcos de obligaciones institucionales frente a las distintas formas de violencia machista.El PEIEMH tiene como prioridades la elaboración, modificación y aprobación de un amplio paquete normativo que permita garantizar la libertad sexual, luchar contra la trata de mujeres y niñas, luchar contra la violencia en el ámbito sexual y reproductivo y la eliminación de intervenciones ginecológicas y obstétricas inadecuadas o innecesarias, o elevar a rango normativo las disposiciones contenidas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. También, la aprobación de una nueva Estrategia Nacional que luche contra todas las formas de violencia machista.
Línea de trabajo II.
Investigación y datos: mejorando el conocimiento del contexto, la magnitud y la incidencia de la violencia machista.Es necesario contar con un conocimiento riguroso y amplio del alcance de la violencia, del impacto que tiene sobre las mujeres que la enfrentan, así como acerca de la calidad y efectividad de la respuesta institucional que se está ofreciendo. Una respuesta que evalúe, con la participación de las víctimas, familiares y expertas en igualdad de género, las medidas legales, el funcionamiento de los juzgados especializados en violencia machista o la aplicación de los mecanismos de protección.
Línea de trabajo III.
Prevención: transformando los comportamientos y patrones socioculturales que sostienen y naturalizan la violencia machista.Las propuestas del PEIEMH buscan romper el silencio y la impunidad de la violencia, mediante el fomento de acciones de sensibilización dirigidas al conjunto de la sociedad, prestando especial atención a la prevención en los medios de comunicación y en la comunidad educativa.
Línea de trabajo IV.
Detección, atención integral, protección y reparación: garantizando los derechos de las víctimas de violencia machista.Se hace necesario mejorar los sistemas de detección, actuación y derivación. La formación es un instrumento clave para una detección precoz y una intervención eficaz. Además, se debe proporcionar un mayor acceso a un conjunto de servicios esenciales y multisectoriales de calidad para todas las mujeres y niñas que han experimentado esta violencia. En esta línea de trabajo se incorpora, además, la reparación individual del daño, para que las mujeres puedan finalizar su proceso de salida de la violencia, así como el derecho a la reparación colectiva del daño, evitando la revictimización.
Línea de trabajo V.
Respuesta coordinada y especializada: comprometiendo a todas las instituciones en la protección y garantía de los derechos de las víctimas de violencia machista.Se trata de introducir medidas dirigidas a mejorar la respuesta institucional a todos los niveles, y en todas la áreas maximizando el uso de los recursos disponibles, promoviendo recursos de apoyo en el ámbito local, perfeccionando los protocolos de actuación y de comunicación entre los diferentes agentes intervinientes con el fin de evitar el riesgo de victimización secundaria, y mejorando la confianza de las mujeres víctimas en las instituciones.